Calidad, estética e innovación técnica. "Swiss Made" dos palabras que, combinadas con marcas de renombre, garantizan la mejor elección de un reloj de alta calidad y valor.
Pero dos palabras que también necesitan ser altamente protegidas. En primer lugar porque la etiqueta Swiss Made es la única referencia verdadera en el mundo de la relojería, pero también porque está en juego la satisfacción del cliente.
La etiqueta de fabricación suiza se basa no solo en un valor intrínseco considerable, sino también en criterios definidos por la ley. En la actualidad, las condiciones que estipulan si un reloj puede o no llevar esta famosa etiqueta están determinadas por una ordenanza federal.
El fortalecimiento de la etiqueta:
Anteriormente, la ley suiza establecía tres condiciones que debían cumplirse para llamar a un reloj "Hecho en Suiza" (Swiss-Made): el movimiento del reloj -engranaje- era suizo, el movimiento fuera ensamblado en Suiza y la inspección final de un reloj fue realizada por el fabricante en Suiza. Sin embargo, estas regulaciones a menudo se aprovecharon y los fabricantes más baratos importaron piezas baratas de Asia y mezclarlas con componentes suizos, etiquetando posteriormente sus relojes como "fabricados en Suiza".
Las condiciones de uso se han reforzado significativamente para proteger mejor el valor de la etiqueta y evitar ese tipo de engaño. La ordenanza que rige el uso del nombre Swiss para relojes incluye una nueva definición de reloj suizo no solo en respuesta a las preocupaciones de la industria, sino también para satisfacer los requisitos del nuevo proyecto de ley Swissness aprobado en 2013.
Las mejoras en la ordenanza de regulación están basadas principalmente en la ampliación de los porcentajes de costos de producción y procedencia Suiza de los componentes del movimiento del reloj. El diseño técnico del reloj y su movimiento debe desarrollarse en Suiza.
RELOJERÍA EN SUIZA
La historia de la relojería en Suiza es una historia fascinante que involucra a los refugiados protestantes franceses, el desánimo de Juan Calvino de usar joyas en Ginebra y la expresión resultante de los joyeros en forma de relojes mecánicos que podían usarse como accesorios.
Invenciones innovadoras posteriores, así como la naturaleza laboriosa de muchos campesinos y granjeros de los alrededores de Ginebra, permitieron que Suiza superara a países rivales en la fabricación de relojes. Todo lo cual dio origen a la prestigiosa industria que hoy está presente en Suiza.
CALIDAD DE RELOJ SUIZO
En innumerables ocasiones, la industria relojera de Suiza se vio obligada a superar la adversidad. La feroz competencia de los fabricantes estadounidenses, la artesanía hecha a mano frente a la industrialización, la invención de relojes de cuarzo japoneses más baratos y temporalmente más precisos y la popularidad actual de los relojes inteligentes han presentado ciertos desafíos para el estado de los relojes "hechos en Suiza".
A pesar de estas adversidades, los fabricantes suizos han evolucionado continuamente más fuertes que nunca. Al desarrollar productos contemporáneos e ingeniosos que utilizan tecnologías de vanguardia, se destacan claramente como relojeros de lujo y calidad de renombre mundial. Los relojes suizos son mejores porque tienen que serlo: tienen un poderoso legado de artesanía y una reputación irrefutablemente prodigiosa que mantener.